Aprender a aceptar aquello que no puedes cambiar tanto a nivel de grandes cosas (perdida de trabajo, problemas de relación como una ruptura, duelos...) como de pequeñas, sin desgastarse ni resignarse, es una de las grandes elecciones para mejorar nuestros niveles de felicidad. Entender que el cambio es natural e inevitable, que podemos decidir nuestras acciones y la intención con que las hacemos pero no los resultados, soltar la necesidad de control... son básicos para evitar sufrimiento innecesario.
La aceptación forma parte de las meditaciones constructivas y del modelo hexagonal de la Universidad de Zaragoza (Dr. Garcia Campayo) junto con el mindfulness atencional, la compasión, la ecuanimidad y otras virtudes clásicas, el mindfulness relacional y la cognición eficiente (huir del pensamiento dual).